Dos sujetos de 24 y 25 años que fueron sorprendidos vendiendo bolsas de tierra sustraída del INTA accedieron a una suspensión de juicio a prueba otorgada por la jueza Gabriela Romero Nayar.
Uno de los jóvenes llegó imputado por hurto simple; el otro, por hurto simple, amenazas y daños, en concurso real.
La vocal de la Sala V del Tribunal de Juicio les concedió el beneficio por el término de un año. Para conservarlo deberán cumplir una serie de obligaciones: mantener actualizado el domicilio; abstenerse de consumir estupefacientes y de abusar del alcohol; practicar control de conducta semestralmente ante la Secretaría de Control de Suspensión de Juicio a Prueba. Además, deberán realizar tareas comunitarias durante cuatro meses en la Iglesia San José de Cerrillos.
Durante la audiencia se tuvo por aceptado el ofrecimiento de disculpas de los imputados a los denunciantes.